La rentabilidad de ayudar a los demás: 10 buenas acciones que dieron sus frutos

Todos hemos oído el dicho "ninguna buena acción queda sin castigo", pero no siempre es así. A veces, esas buenas acciones no sólo se aprecian, sino que se recompensan con una ayuda económica. Pensamos que esto significa que hay un valor económico por ser una buena persona, así que hemos decidido ilustrar exactamente por qué. Empecemos con unas cuantas personas corrientes que vieron cómo su único acto de bondad al azar les proporcionaba grandes recompensas.

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1. Sarah Hoidahl - Rendimiento de 27,75 dólares = 10.000 dólares y un coche

Puede que hayas oído hablar de nuestro primer dechado de virtudes, Sarah Hoidahl. El pasado mes de octubre escuchó a dos soldados hablando del cierre del gobierno y de las dificultades económicas que les había supuesto. Hoidahl es camarera en Ruby Tuesday, por lo que se encargó de pagar el almuerzo de los dos soldados, dejando la siguiente nota:

Gracias al cierre del gobierno, la gente como tú que protege este país no está cobrando. Sin embargo, yo sí. ¡El almuerzo va por mi cuenta! ¡Gracias por servir, señoras!

La historia se hizo rápidamente viral y llegó a oídos de Ellen Degeneres, que no sólo devolvió a la madre soltera el importe de la comida de 27,75 dólares, sino que le entregó un cheque de 10.000 dólares. Por si fuera poco, la presentadora del programa de entrevistas le regaló después un coche nuevo.

2. Universitarios - Voluntarios para las víctimas del huracán Katrina = 8.000 dólares

A continuación, qué tal los tres estudiantes universitarios que se ofrecieron como voluntarios para ayudar a las víctimas del huracán Katrina. Ni en sus sueños más descabellados pensaron que eso les llevaría a aparecer en la televisión nacional, y a recibir más de 8.000 dólares en regalos cada uno. Su historia de altruismo llamó la atención de Oprah Winfrey, que invitó a los tres estudiantes a una grabación de su programa: el episodio "Cosas favoritas" de Oprah. Los estudiantes se marcharon con ordenadores portátiles, iPods, relojes de diamantes y muchos otros artículos. "Fue su forma de darnos las gracias", dijo una de las estudiantes, Alexandria Rossetti, en un artículo del Daily Press. ¡Gracias, en efecto!

3. Billy Ray Harris - Devolución de un anillo = 200.000 dólares

No sólo a los que tienen tiempo y dinero de sobra les gusta devolverlo. ¿Qué tal un vagabundo, Billy Ray Harris? Este transeúnte de Missouri vio un anillo en su vaso de cambio después de que su dueña, Sarah Darling, le entregara un donativo. Rápidamente devolvió el anillo y Darling, inspirada por su honestidad, creó un fondo GiveForward para él. Cuando terminó la recaudación, Darling había recaudado casi 200.000 dólares para Harris. Eso sí que es una gran recompensa

4. Fan de Chris Brown - Devuelve el Rolex = 2 entradas VIP para el concierto

Los famosos también tienen un gran corazón. En los MV Video Music Awards 2011, Chris Brown perdió su reloj Rolex con incrustaciones de diamantes. Resulta que uno de sus fans lo encontró en el suelo. Lo devolvió al equipo de seguridad de Brown. Brown se enteró de lo sucedido y llevó a la fan en avión a Cincinnati para poder agradecerle personalmente su buena acción.

5. Terry Hannon - Regalos a los clientes = Publicidad gratuita

Creemos que la empresaria Terry Hannon merece un premio como empresaria del año. En febrero, envió a cada uno de sus clientes un ejemplar del libro "Actos aleatorios de bondad" junto con un billete de 100 dólares. Pidió a sus socios comerciales que hicieran algo por alguien que no conocieran. Poco a poco fue recibiendo respuestas de sus clientes. Le contaron cómo habían gastado el dinero y las buenas acciones que habían realizado. Las palabras eran tan inspiradoras que Hannon "no podía esperar a recibir el correo cada día", según un artículo del Sun Times. Estamos seguros de que el artículo también inspiró algún nuevo negocio.

6. Rawley T. Farnsworth - Fue un buen profesor = Recibe un teatro con su nombre

Tom Hanks es otra celebridad a la que le gusta recompensar un gesto amable. Mucha gente recordará su discurso de aceptación de 1993, en el que agradeció a su profesor de teatro del instituto no sólo por ser un gran profesor, sino por haberle inspirado para convertirse en actor. Apuesto a que la mayoría no sabe que Hanks también ayudó a financiar un nuevo teatro que lleva el nombre de su mentor. Al parecer, Hanks donó 100.000 dólares de su dinero para renovar el teatro, que fue rebautizado en honor de Rawley T. Farnsworth. En nuestra opinión, esa es una recompensa que no tiene precio.

7. Kathleen Connors - Pagó por la cena de un extraño = 46 imitaciones

Kathleen Connors no tenía ni idea de que su única buena acción se convertiría en otros 46 gestos amables. La enfermera estaba comiendo en un restaurante de Vermont cuando decidió pagar la cena de alguien con el dinero que ganó en una partida de bingo. El gesto se extendió a lo largo del día y otros 46 clientes hicieron lo mismo. Connors no se benefició económicamente de su amabilidad, pero apostamos a que el Karma le aseguró duplicar su dinero en algún momento del futuro.

8. Michael Wekall y Ryan Leander - Ayudaron a un anciano a cruzar la calle = Concierto gratuito de Taylor Swift

Taylor Swift dio un giro a las cosas: animó a dos de sus fans, Michael Wekall y Ryan Leander, a realizar una buena acción para obtener un abrazo de la cantante. Los dos estudiantes de la Universidad de Auburn habían puesto en marcha una página web en la que se anunciaba su objetivo. Cuando la cantante se enteró del sitio, desafió a Wekall y Leander a realizar una buena acción: acompañar a personas mayores a cruzar la calle. Los estudiantes hicieron exactamente eso, a raudales, ayudando a docenas de personas a cruzar un bulevar muy transitado. Swift les retó a más tareas y, al final, recompensó no sólo a Wekall y Leander, sino a decenas de otros estudiantes de la Universidad de Auburn con un concierto privado.

9. La familia Morse - Billete de concierto = 5.000 $ + 3 coches - 1 furgoneta

He aquí otro ejemplo de lo que ocurre cuando se paga en adelante. La familia Morse fue la afortunada receptora de un paquete de premios concedido por Garth Brooks. La estrella de la música country quería premiar a un fan por ser el fan número 5 millones en asistir a un concierto. La familia Morse compró la codiciada entrada para el concierto, cuyo paquete de premios incluía unas vacaciones en Cancún, 5.000 dólares en efectivo y no uno, ni dos, sino tres coches nuevos. Podrían haber vendido sus viejos coches, pero la familia Morse decidió devolverlo, donando su furgoneta familiar a una iglesia, demostrando que, una vez más, una buena acción puede llevar a otra.

10. Hombre en la cola - Tarta = Tarta

Vale, este no es real, pero no podíamos terminar este artículo sin compartir este increíble vídeo.

El cortometraje ilustra muy bien cómo un acto de bondad al azar -pagar una compra- puede crear un efecto dominó con consecuencias de gran alcance. Asegúrate de tener Kleenex a mano.

Pero no te fíes sólo de nuestra palabra. Hay pruebas científicas de que un bien lleva a otros. En un estudio publicado por la Universidad de California en San Diego, los investigadores hicieron que los participantes jugaran a un juego de "bienes públicos". El científico James Fowler descubrió que cuando una persona recibía bienes gratuitos de un participante, era mucho más probable que esos receptores regalaran sus bienes.

Así que, aunque no podemos garantizar una recompensa económica por repartir buen rollo, estamos seguros de que te sentirás muy bien haciendo tu buena acción, ¿y no es eso de lo que se trata realmente?

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