Lo que se suponía que iba a ser un aula llena de estudiantes que charlaban con entusiasmo era, en cambio, una voz zumbona que daba una conferencia sobre cómo utilizar la Regla del 72. Me uní por primera vez a la Iniciativa de Alfabetización Financiera (FLI) en mi primer año de carrera, porque estaba absolutamente aterrorizada de cómo la deuda estudiantil afectaría a mi vida después de la universidad. Así que, junto con muchos otros, participé en todas las reuniones, ansiosa por aprender a ahorrar, invertir y ayudar a pagar mi matrícula universitaria, habilidades que mi instituto no enseñaba a los adolescentes. Pero, sobre todo, estábamos entusiasmados por tomar el control de nuestro futuro.
Sin embargo, en mi segundo año, FLI había perdido su espíritu. Las conferencias en PowerPoint eran repetitivas y no despertaban la misma pasión por aprender que me había hecho enamorarme inicialmente de la organización sin ánimo de lucro. Incluso desde mi posición de tesorera, sabía que tenía que hacer algo. FLI tenía que ser más relevante y atractiva. Con estos objetivos en mente, me puse a trabajar. Renové nuestro contenido con nuevos temas relacionados con los cambios que se están produciendo en el mundo de los negocios hoy en día (incluido nuestro favorito: el auge de las criptomonedas). Organicé seminarios mensuales con destacados ponentes invitados, como el inversor Tim Draper y la profesora Amy de la CSU de Sacramento. Pero eso no era suficiente. Necesitaba encontrar una forma de permitir a nuestros miembros aplicar sus conocimientos y ver nuestras enseñanzas funcionando en la vida real.
En mi búsqueda de actividades interactivas, encontré el Juego de la Bolsa (SMG), una simulación en línea de los mercados mundiales de capitales. ¡Sería un complemento perfecto para nuestro módulo de Inversión! 4 meses después, observé cómo nuestros 25 nuevos miembros discutían con entusiasmo sus estrategias favoritas del SMG. ¡Había sido un éxito! Escuchando sus animadas conversaciones, me di cuenta de lo lejos que habíamos llegado. Revivir FLI me ha enseñado: el verdadero liderazgo es la capacidad de mirar más allá de la situación actual, ver el potencial y pasar a la acción.
Hoy, como vicepresidente, trabajo para garantizar que nuestro club se adapte a los intereses siempre cambiantes de nuestros socios. Pero, aún más, me esfuerzo por ser consciente de cuándo las cosas no funcionan y, junto con mi equipo, busco convertirme continuamente en una organización mejor y, lo que es más importante, en mejores líderes. Y, independientemente de la universidad en la que acabe, pienso utilizar esta pasión para seguir causando un impacto en los demás también a lo largo de la universidad. Dirigiré y ampliaré mi organización utilizando los recursos de que dispongo en la universidad, como las conexiones y la tutoría de los profesores, el acceso a nuevos recursos, así como la oportunidad de establecer conexiones con compañeros de ideas afines que puedan aportar ideas nuevas e innovadoras. Esta beca encarna mi pasión por la educación financiera, y poder utilizarla me permitiría seguir marcando la diferencia para los estudiantes de secundaria que, como yo, se sienten perdidos y desesperados cuando, en realidad, sólo necesitan ser educados.
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