Cómo poner tus finanzas a prueba de recesión en 7 pasos

Hacía mucho tiempo que la economía estadounidense no estaba en recesión. Así que no te sientas mal si ésta te ha pillado por sorpresa. Sí, puede que aún no sea oficial, pero estamos al principio de una recesión. ¿Cómo estás preparado financieramente?

¿Qué es una recesión? La recesión es una forma elegante de decir que la economía ha dejado de crecer durante al menos seis meses. La Oficina Nacional de Investigación Económica define una recesión como "un descenso significativo de la actividad económica que se extiende por toda la economía y que dura más de unos meses". Normalmente, las recesiones se notan en el PIB real, los ingresos reales, el empleo, la producción industrial y las ventas al por mayor y al por menor"

En primer lugar, empecemos por lo obvio. Prepararse para una recesión cuando ya ha empezado no es lo ideal. Es como planificar tu ruta de evacuación en medio de un huracán. Sigue mereciendo la pena hacerlo, pero es mejor planificar mucho antes de que se produzca el desastre.

Estados Unidos ha tenido una buena racha. De hecho, es la primera vez que Estados Unidos pasa una década entera sin entrar en recesión. Así que, si te preguntas qué debes hacer para prepararte para una recesión financiera, probablemente no seas el único. Esto es lo que te recomendamos que hagas.

Índice de Contenido
  1. 1. Crea un fondo de emergencia
    1. Cómo crear un fondo de emergencia
  2. 2. Saldar las deudas
    1. Cómo pagar las deudas
    2. Consolidación de deudas
    3. Liquidación de deudas
  3. 3. Sé frugal y vive dentro de tu presupuesto
  4. 4. Diversifica tu cartera de inversiones
  5. 5. Sigue invirtiendo en tu fondo de jubilación
  6. 6. Diversifica tus fuentes de ingresos
  7. 7. Invierte en tu educación
  8. Mantén la calma y prepara tus finanzas para la recesión

1. Crea un fondo de emergencia

"En una recesión, el dinero en efectivo es el rey" Puede que sea un tópico, pero eso no lo hace menos cierto. Una cosa que caracteriza a las recesiones es la incertidumbre. Por eso es esencial tener de tres a seis meses en un fondo de emergencia para los gastos inesperados de la vida.

Recuerda que primero debes pagarte a ti mismo. Considera el ahorro personal como la primera factura que debes pagar cada mes. Si no has podido ahorrar porque tienes deudas que pagar, haz los pagos mínimos de todas tus deudas y utiliza el dinero sobrante para crear tu fondo de emergencia.

Cómo crear un fondo de emergencia

  1. Calcula tus gastos básicos mensuales y multiplícalos por seis.
  2. Abre una cuenta de ahorro. Elige una sin cuota mensual y con un APY competitivo, como Betterment o UFB Direct.
  3. Fija un objetivo de ahorro mensual y cúmplelo.
  4. Transfiere automáticamente fondos a tu cuenta de ahorro cada vez que cobres.
  5. Guarda tu devolución de impuestos (si la recibes).
  6. Vende las cosas que ya no necesitas.
  7. Si es posible, establece transferencias automáticas mensuales a tus cuentas de ahorro, de modo que te ocupes de tu objetivo de ahorro incluso antes de que llegue a tu cuenta corriente.

Tener un fondo de emergencia saneado te ayudará a respirar un poco más tranquilo durante una recesión. Si no tienes ahorros, empieza con una cantidad manejable, como 1.000 dólares, y luego trabaja para ahorrar de tres a seis meses de gastos de subsistencia.

2. Saldar las deudas

Las recesiones suelen provocar despidos y hacen más difícil encontrar trabajo. Por ello, es esencial racionalizar tu flujo de caja y centrarte en pagar las deudas no hipotecarias lo antes posible. También te ayudará a reducir el estrés durante los tiempos difíciles que se avecinan.

Cómo pagar las deudas

Hay dos estrategias principales a la hora de pagar las deudas: el método de la avalancha y el método de la bola de nieve.

El método de la avalancha

  1. Haz una lista de todas tus deudas. Anota el importe y el tipo de interés que pagas.
  2. Empieza a pagar la deuda con el tipo de interés más alto tan rápido como puedas, mientras haces los pagos mínimos de las demás deudas.
  3. Aclara y repite hasta que estés libre de deudas.

El método de la bola de nieve

  1. Haz una lista de todas tus deudas, pero organízalas de menor a mayor cantidad.
  2. Paga el importe de la deuda más pequeña (independientemente del tipo de interés que tenga) lo más rápido que puedas. Realiza los pagos mínimos en las demás cuentas para evitar los recargos por demora.
  3. Aclara y repite hasta que estés libre de deudas.

En teoría, el método de la avalancha es la mejor opción. Pagarás menos intereses y saldrás más rápido de tus deudas si das prioridad a las de alto interés. Sin embargo, el método de la bola de nieve tiene la ventaja de darte un impulso psicológico cada vez que pagas una pequeña deuda. Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Kellogg School descubrió que las personas con grandes saldos de tarjetas de crédito tienen más probabilidades de pagar toda su deuda cuando siguen el método de la bola de nieve de deudas.

Consolidación de deudas

Si tienes muchas deudas de tarjetas de crédito pero sigues teniendo una fuente de ingresos estable y un crédito decente, te recomendamos que consolides tu deuda con un tipo de interés más bajo hoy mismo. El motor de ofertas de préstamos de consolidación de deudas de SuperMoney facilita la comprobación de los tipos a los que puedes optar entre los prestamistas de la competencia. Un préstamo de consolidación de deudas puede mejorar tu puntuación crediticia, ponerte en el camino para liberarte de las deudas, y también liberar crédito para emergencias.

Si debes menos de 15.000 $, considera la posibilidad de solicitar una tarjeta de transferencia de saldo.

Liquidación de deudas

Si te has retrasado en los pagos, tu deuda total de consumo es superior a la mitad de tus ingresos anuales, o no puedes permitirte pagar tu deuda no garantizada en 5 años o menos, considera el camino de la liquidación de deudas.

Una liquidación de la deuda requiere que los acreedores acepten una cantidad inferior al total que debes. Tiene la ventaja de reducir el importe total de tu deuda, pero destruirá tu crédito y las comisiones que cobran las empresas de liquidación de deudas pueden ser caras.

3. Sé frugal y vive dentro de tu presupuesto

En épocas de dificultades económicas, podemos vernos obligados a recortar los gastos innecesarios. Aprender a vivir (y amar) una vida frugal te ayudará a aumentar tus ahorros y te dará la flexibilidad necesaria para adaptarte cuando el dinero escasee.

Cómo ser frugal

Toma decisiones financieras inteligentes y reduce tus gastos. Aquí tienes diez cosas que puedes hacer hoy para ahorrar dinero.

  1. Cancela tu cuenta de cable y confórmate con lo que obtienes de Amazon Prime. O consigue televisión gratis con una antena digital.
  2. Recorta tus servicios de teléfono e Internet.
  3. Deja de comer fuera.
  4. Deja de fumar.
  5. Reduce las primas de tu seguro.
  6. Evita las vacaciones caras.
  7. Considera la posibilidad de reducir el tamaño de tu casa.
  8. Compra en tiendas de segunda mano.
  9. Cancela tu suscripción al gimnasio. Sal a correr o haz ejercicios en casa.
  10. Vende tu segundo coche y comparte el coche en familia.

4. Diversifica tu cartera de inversiones

Elegir las acciones y sincronizar el mercado es difícil. A menos que seas un operador profesional a tiempo completo, es mejor que compres fondos indexados.

Cómo diversificar tu cartera de inversiones

Si no eres un inversor experimentado, probablemente lo mejor sea utilizar un corredor de bolsa o un asesor de inversiones, como Betterment o Personal Capital, para crear una cartera diversificada. Sin embargo, si quieres intentar diversificar tu cartera por tu cuenta, prueba esto.

  1. Reparte tus inversiones entre diferentes clases de activos, como acciones, bonos, mercados emergentes, fondos de inversión inmobiliaria y materias primas.
  2. Invierte en fondos indexados siempre que sea posible. Los fondos indexados facilitan la consecución de tus asignaciones objetivo y te ayudan a evitar poner todos los huevos en la misma cesta. Por ejemplo, para la renta variable estadounidense, puedes invertir en todo el S&P 500 comprando acciones de SPDR S&P 500 ETF Trust (SPY). O, si quieres centrarte en los valores tecnológicos, puedes comprar acciones del ETF Vanguard Information Technology Index Fund (VGT).
  3. Selecciona inversiones en diferentes sectores e industrias. Esto aumenta tus posibilidades de elegir una inversión ganadora y reduce el riesgo de perder dinero en una recesión.
  4. Reequilibra tu cartera cada seis meses. Puede que no tengas que cambiar nada, pero es una buena práctica comprobar que tu cartera es coherente con tus objetivos financieros y tu tolerancia al riesgo.

Hacer todo esto tú mismo puede ser difícil si no eres un inversor experimentado. Como se ha mencionado anteriormente, las empresas de asesoramiento en materia de inversiones, como Betterment y Personal Capital, facilitan la determinación de la mejor manera de diversificar tu cartera en función de tu situación financiera.

5. Sigue invirtiendo en tu fondo de jubilación

Es tentador vender tus inversiones durante una recesión porque parece que estás perdiendo dinero cada día que bajan los precios de las acciones. Sin embargo, esas pérdidas son sólo sobre el papel. No son pérdidas reales hasta que vendes esas acciones. Si has elegido bien los activos de tu cartera, probablemente no deberías apresurarte a vender sólo porque el mercado esté sufriendo. Al contrario, mantener tu posición e incluso comprar más cuando los precios bajen podría aumentar el rendimiento de tus ahorros con el tiempo.

Cómo seguir invirtiendo durante una recesión

  1. Por muy sombrías que parezcan las cosas, no dejes de invertir en tus cuentas de jubilación. La única excepción debería ser si no tienes un fondo de emergencia.
  2. Si no tienes un fondo de emergencia, deja de invertir hasta que hayas ahorrado al menos tres meses de gastos de subsistencia. Entonces vuelve a hacer aportaciones regulares (aunque sean sólo 50 dólares al mes).
  3. Comprueba que tu plan de inversión a largo plazo sigue siendo sólido y comprométete con él.
  4. Si estás cerca de la jubilación, considera la posibilidad de trasladar tu dinero a valores de renta fija de bajo riesgo, como los bonos.

6. Diversifica tus fuentes de ingresos

Depender de una sola fuente de ingresos es especialmente arriesgado durante una recesión. Si la economía se hunde y pierdes tu trabajo, todo tu flujo de ingresos desaparecerá. Sólo puedes recortar un número determinado de gastos, pero no hay un límite establecido para aumentar tus ingresos.

Cómo diversificar tus fuentes de ingresos durante una recesión

  1. Haz más turnos en el trabajo o haz horas extras como voluntario.
  2. Consigue un segundo trabajo o una actividad secundaria, como trabajar para Instacart o Doordash.
  3. Abre un pequeño negocio.

Aunque puedes establecer varias fuentes de ingresos consiguiendo un segundo trabajo o creando un pequeño negocio, diversificar tus ingresos no tiene por qué significar más trabajo. Por ejemplo, si tienes una pareja que también trabaja fuera de casa, intenta elegir un trabajo en un sector completamente distinto al de tu pareja. De este modo, podrás seguir pagando las facturas si una de las industrias en las que trabajas se hunde.

7. Invierte en tu educación

Una de las mejores formas de preparar tu vida para la recesión es invertir en el aprendizaje de habilidades comercializables. En lugar de centrarte exclusivamente en los temas que te apasionan, considera la posibilidad de obtener certificaciones, títulos o diplomas que te ayuden a optar a un trabajo con demanda.

Cómo invertir en tu educación

  1. Elige las carreras y especializaciones que te proporcionen el mejor rendimiento de tu inversión. La Oficina de Estadísticas Laborales ofrece actualizaciones periódicas sobre la tasa de crecimiento y el salario medio de los puestos de trabajo con mayor demanda.
  2. Empieza por comprobar tu estado colegios comunitarios. A veces es posible obtener una matrícula gratuita (o de muy bajo coste) en un programa de grado asociado o en una escuela de formación profesional. Si el programa que te interesa no es gratuito, comprueba a qué tipos de préstamos estudiantiles puedes optar.
  3. Ve a tu biblioteca local y obtén gratis libros de texto y manuales disponibles en el campo que elijas.
  4. Realiza cursos abiertos en línea gratuitos (o realmente baratos) en las mejores universidades con plataformas como Coursera y edX.
  5. Busca programas gubernamentales de formación para adultos disponibles en tu zona.

Mantén la calma y prepara tus finanzas para la recesión

La clave para capear una recesión económica es elaborar un plan sólido y ceñirse a él. Las recesiones son, por desgracia, una parte natural del ciclo económico. No tienen por qué causar estragos en tus finanzas si diversificas tus inversiones y fuentes de ingresos.

Una recesión puede obligarte a hacer cambios para adaptarte a la "nueva normalidad", pero si la historia nos dice algo es que todas las recesiones terminan. Si eres relativamente joven y la jubilación está aún a décadas de distancia, puedes incluso considerar los precios más bajos de la bolsa como una oportunidad de crecimiento. Sin embargo, eso sólo funciona si mantienes el rumbo y sigues invirtiendo tus ahorros a precios más bajos.

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